Rogelio Valdés
18 abr 2024
¿Porqué será que en las escuelas ha incrementado el bullying o acoso? ¿Es algo nuevo o solo le han puesto un nombre en inglés?
Realmente el acoso escolar es un problema complejo que tiene mucho tiempo. En las últimas décadas hemos sido más conscientes como sociedad de la salud emocional y se le ha dado más importancia al tema, pero esto también le pasaba a nuestros padres y abuelos.
Lo que si es verdad es que este problema se ha incrementado conforme estandarizamos la educación y adoptamos un modelo masivo, proveniente de la revolución industrial.
Hay 3 orígenes del bullying escolar:
La falta de interés de los alumnos
La falta de atención que reciben
La falta de educación socioemocional
Estos tres catalizadores han ido en aumento desde que estandarizamos la educación y adoptamos un modelo masivo. Esto a dado pie a iniciativas de educación no tradicional como el homeschooling, la metodología Montessori, Waldorf, etc. Vamos a identificar las soluciones específicas que han traído estos modelos y pueden funcionar para reducir el acoso escolar incluso en escuelas tradicionales.
El aburrimiento
La escuela es un lugar para aprender, se supone que los alumnos siempre están haciendo algo. Pero si siempre están trabajando, ¿en qué momento se molestan los compañeros?
La realidad es que de las 6 horas que se pasan en la escuela solo hay ciertos momentos donde los alumnos realmente tienen su atención en un tema académico. Esto es contradictorio porque la educación debe ser interesante para el alumno, sino no captaremos su atención.
Cuando un alumno está aburrido, no le interesa la actividad, se le hace muy fácil o muy difícil, es cuando buscamos una distracción. Y no todos los alumnos que se aburren recurren a hacer bullying a sus compañeros, pero definitivamente es un catalizador para que ocurra el acoso.
No digo que el alumno debe hacer solo lo que quiere, sino que el sistema se adapte a los intereses y ritmos de cada persona. Si es muy fácil nos aburrimos, pero si es muy difícil nos frustramos. En ambos casos perdemos la atención en lo académico y volteamos a ver que otras cosas son más interesantes. El objetivo de las escuelas es que el alumno siempre sienta un reto adecuado.
Algunas soluciones:
Enriquecimiento Curricular: Implementar un currículo más dinámico y participativo que desafíe y enganche a los estudiantes puede disminuir el aburrimiento. Actividades prácticas, aprendizaje basado en proyectos y lecciones que conectan con intereses reales de los estudiantes pueden hacer una gran diferencia.
Clubes y Actividades Extracurriculares: Ofrecer una variedad de actividades después de la escuela permite a los niños explorar nuevos intereses y habilidades en un entorno controlado y supervisado, reduciendo el tiempo que tienen para involucrarse en comportamientos negativos.
La búsqueda de atención
Los niños buscan atención en la escuela por diversas razones, muchas de las cuales están enraizadas en necesidades emocionales y psicológicas fundamentales. En muchos casos, la escuela es el principal escenario social y de reconocimiento para un niño, donde no solo buscan la aprobación de los maestros, sino también la aceptación y el estatus entre sus pares.
Algunos niños pueden sentirse descuidados en casa o no recibir suficiente interacción positiva, por lo que intentan compensar esa falta buscando destacar en el ámbito escolar. Esto puede manifestarse a través de comportamientos disruptivos o el desempeño de acciones que garantizan que estarán en el centro de atención, ya sea de manera positiva o negativa. Entender estas dinámicas es crucial para proporcionar apoyo adecuado y redirigir estas energías hacia comportamientos más constructivos.
Algunos niños recurren al bullying como un medio para obtener la atención que sienten que les falta en otros aspectos de sus vidas, ya sea en casa o en la escuela. Este comportamiento puede ser una forma distorsionada de buscar reconocimiento o establecer dominio social entre sus pares.
Algunas soluciones:
Reconocimiento Positivo: Es vital que los educadores y padres proporcionen atención y reconocimiento por comportamientos positivos. Establecer sistemas de recompensa por buen comportamiento y logros académicos puede motivar a los estudiantes a buscar atención de maneras más constructivas.
Intervenciones Conductuales: Programas de intervención temprana que enseñen habilidades sociales y cómo obtener atención de manera adecuada pueden ser beneficiosos, especialmente para los estudiantes que muestran signos de lucha emocional o comportamental.
La educación socioemocional
En muchas escuelas, no se enseña lo suficiente sobre cómo manejar nuestros sentimientos o cómo llevarnos bien con los demás cuando surgen problemas. Esto se llama educación socioemocional, y es fundamental porque nos ayuda a entender nuestras emociones y las de los demás.
Cuando no recibimos una buena educación socioemocional tenemos que averiguar por nuestra cuenta cómo resolver los desacuerdos, conflictos y malentendidos. Si yo quiero jugar basketball y mi compañero quiere jugar futbol en el recreo, tendremos que ponernos de acuerdo. Algunos aprenderán a hacerlo mediante dialogo, otros no. Lo ideal es que una persona nos guíe y modere estos conflictos, para aprender a resolverlos de la forma más adecuada. Con el solo hecho de implementar un debate ya se está enseñando a lidiar con una diferencia de opinión mediante el dialogo y la escucha del otro.
Algunas soluciones:
Currículo Socioemocional: Integrar la educación socioemocional en el currículo escolar es esencial. Enseñar habilidades como la empatía, la resolución de conflictos y la autoconciencia puede ayudar a prevenir el bullying antes de que comience.
Formación del Profesorado: Capacitar a los profesores para que reconozcan y aborden las necesidades socioemocionales de los estudiantes también es crucial. Los educadores equipados con estas habilidades pueden crear un ambiente de aula más inclusivo y comprensivo.
Entender las causas subyacentes del bullying es fundamental para combatirlo eficazmente. Abordar el aburrimiento, la búsqueda de atención y la falta de educación socioemocional requiere un enfoque holístico y colaborativo que involucre a educadores, padres y estudiantes. Al enfrentar estos problemas de frente, podemos crear un entorno escolar más seguro y acogedor para todos los estudiantes.