Rogelio Valdés
17 jun 2021
¿Te ha pasado que ves a tus hijos esforzándose pero por más que lo intentan no pueden comprender algún tema? El sistema nos hace pensar que si no nos va bien en el examen de matemáticas o en el de español no somos tan inteligentes. Aquí el alumno no tiene la culpa y muchas veces el maestro tampoco, sino el método tradicional de evaluación y aprendizaje.
El problema es que nos hicieron pensar que el aprendizaje era una carrera de tiempo. Apenas estamos entendiendo sumas pero ya tenemos que pasar el tema de restas. ¡Luego multiplicación y división y aunque todavía no me quede tan claro ese tema ya tengo que pasar a algebra porque me voy a atrasar!
Esto va formando huecos o lagunas de aprendizaje y si no tenemos bien las bases se nos hará cada vez más difícil seguir con los siguientes niveles de la pirámide del conocimiento. Lo peor es que el alumno se frustra y pierde la confianza en sí mismo.
¿Cómo mejoramos el sistema educativo?
En Robin los alumnos no son calificados con el sistema tradicional sino que medimos el progreso de los alumnos bajo la metodología de Aprendizaje para el Dominio (Mastery Learning).
Aquí los alumnos van avanzando a su propio ritmo. Si en su primer intento obtiene el 50% bien no pasa nada porque puede intentar las veces que sea necesario. Así se pueden detener en los temas donde necesiten más apoyo pero también ir mucho más rápido porque no tiene que esperar a que todo el grupo vaya a su ritmo.
¿Cómo funciona en la práctica?
Diseñamos una linea de aprendizaje para cada materia y para cada grado. Esta línea se compone de diferentes actividades para que los alumnos logren adquirir los conocimientos de un tema en específico. Luego asignamos una cantidad de puntos a obtener por cada tema completado, dependiendo de su complejidad.
Por ejemplo, en matemáticas para este mes el objetivo es que obtengan 50 puntos por dominar el tema de fracciones, 50 por dominar el tema de porcentajes y otros 50 por dominar el tema del plano cartesiano. En total durante ese periodo el objetivo es que el alumno obtenga 150 puntos al ir entregando las evidencias y actividades de cada tema.
¿Qué pasa si no logra obtener todos los puntos?
Esta bien, cada quien aprende a diferente ritmo y no pasa nada si nos toma más tiempo dominar algún tema, podemos dominarlo con la práctica. Pueden seguir realizando las actividades y entregando las evidencias el siguiente mes y no se les penaliza. Si notamos que realmente le está costando mucho trabajo al alumno dominar el tema podemos cambiar su curriculum y herramientas de aprendizaje o dar asesorías personalizadas para apoyarle.
Aunque de igual forma puede obtener aún más puntos de los necesarios para ese periodo. Ese es el objetivo, que si el alumno ya logró dominar un tema pueda pasar al siguiente e ir avanzando cada vez más rápido. Como ves la línea de aprendizaje que diseñamos es solo una guía o un punto de partida por que el plan se va adaptando a las necesidades del alumno.
Lo que más me gusta este sistema es que le devuelve esa confianza a los niños y nos recuerda que realmente podemos aprender prácticamente cualquier cosa si le dedicamos el tiempo y el esfuerzo necesarios. Es por eso que adoptamos esta metodología para nuestra Escuela Primaria y Secundaria